En el proceso de restauración (más bien un proyecto de reparación, sería conveniente decir) de mi bici, esta pasada semana me tocó enfrentarme con el eje pedalier. En realidad el eje es una pieza que no se la suele tener muy en cuenta en cualquier labor de mantenimiento, a pesar de la gran importancia que tiene no solo en la comodidad de marcha, sino también en el ahorro de energía y esfuerzo que supone tener un eje que gire ágilmente y con soltura.
El de mi bici vieja no era así. Estaba totalmente agarrotado, y giraba renqueantemente, con mucha dificultad.