Adhesivos: Cola blanca


Se conoce vulgarmente como "cola de carpintero" ya que es donde más se utiliza. La base de esta cola es el agua, y debe su nombre al color que presenta. Echa con acetato de polivinilo, se comercializa en diferentes formatos: cubos, botes, etc. y con diferentes pesos.

Esta cola ha ido ganando terreno con el tiempo respecto a las colas de procedencia animal que se utilizaban en carpintería y ebanistería, ya que dura mucho más y no necesita rehidratarse ni mantenerse caliente para su uso.


Debe mantenerse su embase herméticamente cerrado, ya que si penetra aire en el recipiente se reseca la parte superior, formándose una especie de película, que ha de desecharse antes de su uso puesto que esta especie de "piel" superficial ha perdido todas sus cualidades, por lo que tampoco debe mezclarse con el resto de la cola.

Esta cola es fácil de aplicar (pincel, peine, etc.) y puede diluirse en agua. Una vez seca apenas tiene color.

Se aplica en una o en las dos partes a unir (si son porosas y absorventes, mejor en las dos), que deben mantenerse unidas hasta que se seque mediante cintas tensoras, pesos, sargentos, etc. Debemos mantener la presión durante al menos 30 a 60 minutos, aunque la cola no seca hasta pasadas 24 horas.

La cola blanca pierde propiedades en ambientes muy fríos, y tampoco ha de ponerse en contacto con el metal, ya que lo oxida y toma su color. Asimismo, los utensilios que usemos deben lavarse de inmediato, puesto que una vez seca los residuos son insolubles.

Hay diferentes tipos de cola blanca:
- Cola estándar
- Cola rápida
- Cola resistente al agua
- Cola laca.

La "cola laca" agarra incluso en superficies de material sintético o que estén lacadas.